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Cuando François-Paul Journe deviene deportivo

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septiembre 2011


Hasta ahora, François-Paul Journe no ha hecho nunca un reloj deportivo. «Por la razón pura y simple de que no hago deporte», explica riendo. Sus clientes esta en su mayoría compuesta por coleccionistas, conocedores y aficionados de un tipo de relojería más bien discreta sin ser puritana - clientes que aprecian la sofisticación mecánica que todavía bebe de las fuentes vivas del clasicismo. Como tal, la mayoría de estos clientes no tienen más contacto con el mundo del deporte que el propio Journe. Si alguno o más se decidieran a hacer algo de footing, probablemente no lo harían con sus Journe en la muñeca. A menos que ...

A menos que, un cliente apasionado de estos relojes inmediatamente reconocible no quisiera dejar de usarlos, incluso cuando hiciera deporte. Escuchando estos comentarios y quejas, François-Paul Journe aceptó el reto y creó, por primera vez, un reloj deportivo y que pronto será toda una colección deportiva: la LineSport.

Cuando François-Paul Journe deviene deportivo

La ligereza del aluminio

Para este ejercicio deportivo, al cual no esta realmente acostumbrado, François-Paul Journe ha optado por la ligereza y la robustez. Ligereza: «Yo no iba a lanzarme a una competencia por la ligereza y, con sus 55 gramos, no es el cronómetro más ligero del mundo. Pero, yo no quería empezar a vaciar piezas para obtener unos gramos aquí o allá. Lo importante es que uno no sienta el reloj cuando está en la muñeca. Hasta el punto de que el otro día me dije, “Ah, ya no siento mi reloj», y cuando miré a mi muñeca, de hecho, no llevaba uno", concluye con una sonrisa.

Para proteger mejor su reloj de los golpes, Journe ha introducido cuidadosamente insertos moldeados de caucho y protecciones que se extienden ligeramente más allá de la superficie de aluminio oxidado y vitrificado de la caja. Estas medidas de protección también se encuentran en los laterales de la caja, y alrededor de todo el grueso cristal de zafiro, e incluso entre cada uno de los eslabones articulados de la pulsera (que ha sido muy bien diseñada). El resultado es un reloj muy usable, que mide 43 mm de diámetro, que también es muy confortable con sus cuernos móviles y la posibilidad de ajustar el brazalete hasta medio eslabón.

Incluso tratándose de un reloj 100 por ciento «Journiano» y por lo tanto inmediatamente reconocible, la esfera de este primer ejemplo de la Sport Line, cuyo nombre en clave es CTS (por Centigraphe Sport) también se hace en este mismo aluminio y cuenta con contadores de cristal de zafiro. También tiene, por primera vez, los números luminosos. «Es un reloj deportivo, pero sigue siendo un Journe», comenta el autor.

El motor de este cronómetro deportivo es el Calibre 1506, un movimiento de cuerda manual cronógrafo que equipa la marca Centigraphe Souverain, que como su nombre indica, muestra una centésima de segundo gracias a una aguja central que realiza una rotación en la esfera en un segundo. Este mecanismo cronógrafo ha sido patentado por su configuración específica que permite aislar la función cronógrafo del movimiento, por lo que suprime todas las interferencias entre la amplitud del balancín y el arranque y parada del cronógrafo.

El sistema de conmutador de los pulsadores añade un toque de deportividad al nuevo CTS. Pero aún así, pese a todo, François-Paul Journe no tiene intención de capitalizar los relojes deportivos, un sector que él juzga como «demasiado lleno». Más bien, quiere centrarse en el «ocio activo», tema que va a usar en la promoción de su nuevo reloj de aluminio. En cualquier caso, este primer reloj deportivo François-Paul Journe deportivo, etiquetados como “Number 1”, fue vendido recientemente por Christie´s en Hong Kong por el astronómico precio de 450.000 US$. Diez veces su precio normal. Pero fue por una buena causa, ya que el dinero fue destinado a beneficio de las víctimas del reciente desastre del tsunami en Japón. Esta buena acción es un buen augurio para el futuro.

Universal Coordinated Time ≠ Greenwich Mean Time

François-Paul Journe recientemente presentó otra innovación, el Octa UTC. Este está basado en el tiempo internacional atómico, las divisiones internacionales UTC , para el Universal Coordinated Time, que reemplazaron a las famosas divisiones GMT (Greenwich Mean Time) en 1972, el cual estaba basado en la rotación de la tierra.

Estas dos divisiones de la zona horaria son similares, pero el UTC ofrece “una moderna división de las zonas horarias divididas entre las horas completas para la mayoría”, estas divisiones están incluidas en la esfera del Octa UTC en forma de un globo, que presenta los dos hemisferios divididos en zonas altamente coloreadas. A cada lado del “0” representando el tiempo de invierno, dos graduaciones, +1/-1, ayudan a posicionar el tiempo de verano enlazando a la localización geográfica del portador, dependiendo de si este esta posicionado al este o al oeste de la zona elegida. ( por escrito parece complicado, pero en el uso real, el ajuste del reloj es muy simple).

El Calibre FPJ 1300-3, un movimiento automático con una masa oscilante descentrada (y carga unidireccional, equipada con un sistema auto-blocante del rodamiento de bolas que toma ventaja de cada movimiento del portador), también muestra, además de los 24 husos horarios, una gran fecha saltante y un indicador retrógrado para la reserva de marcha de cinco días (120 horas).

Otra particularidad es que Journe describe este movimiento como “modular”. De cultura arquitectónica, está en una placa de 1-mm que contiene la esfera y los exclusivos elementos de este modelo. Pero esto no debe confundirse con una “placa adicional”. Por el contrario, se trata de manera más precisa de una especie de “puente” que mantiene los engranajes en el lado del movimiento, mientras que, el el lado de la esfera, soporta los elementos usados del indicador de la reserva de marcha y los muelles de la fecha. Gracias a esto, todos los movimientos “modulares” que equipa toda la colección Octa son compatibles y pueden ser montados en la misma caja, independientemente de sus especificaciones y sus complicaciones.

Lejos de ser anecdótica, esta capacidad es precisamente lo que hace a la marca François-Paul Journe tan intemporal. Hemos observado esto recientemente y, visitando personalmente la totalidad de las colecciones de la manufactura de Ginebra. Sin concesiones a los caprichos del mercado o a rivalidades estilísticas - el cielo sabe la mucha turbulencia que se ha producido en el mercado desde Joule firmó su primer reloj de pulsera en 1991, un Tourbillon Souverain que aún se encuentra en las colecciones de la marca – François-Paul Journe no ha desviado ni un ápice. Y esto es lo que lo hace tan apreciado hoy en día.

Cuando François-Paul Journe deviene deportivo

Fuente: Europa Star Magazine Agosto - Septiembre del 2011