editoriales


Señales contradictorias

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diciembre 2012


Los niños no son los únicos a los que les gusta jugar a ser asustados. En estos días hay muchos ejemplos, tanto en el cine y la literatura, de acontecimientos post-apocalípticos, pareciera como si a todo el mundo le gustara asustarse a sí mismo. Sólo hay que escuchar toda la retórica sobre el calendario Maya que predice que veremos el fin del mundo (programado, le informamos, para el 21 de diciembre del 2012, el mismo día en que se publicará este número). El fin de los tiempos, de hecho, se ha convertido en un mercado muy lucrativo.

La industria relojera no es una excepción. Durante varios meses, las más oscuras profecías han ido en aumento. Todo el mundo, - incluidos nosotros – hemos estado diciendo que el apetito de China por los relojes disminuiría drásticamente. Con el resto del mundo en cuidados intensivos, veríamos lo que íbamos a ver. Y, a continuación, el golpe. A finales de Noviembre, la Federación de la Industria Relojera Suiza, basando sus predicciones sobre el aumento previsto de las exportaciones, anunció que «2013 será un año récord». Ya no sabemos qué camino tomar.

En septiembre, todo parecía indicar que los más agoreros tenían razón. Las exportaciones de relojes Suizos, efectivamente, habían ido disminuyendo este mes. El hecho de que esta disminución fue mínima (-1,5 por ciento) en realidad no cambiaba nada. Para muchos observadores, la primera caída fue de hecho un signo de que la espiral descendente había comenzado. Pero entonces, en Octubre las exportaciones repuntaron considerablemente, un 13,2 por ciento hasta los 2.100 millones de CHF. Esto impulsa el total probable para el 2012 más allá de los.19.300 millones de CHF del 2011, un año récord en sí mismo.

Por lo tanto, volvemos a pensar que todo está bien en el mejor de los mundos de la relojería. Desafortunadamente, sin embargo, este no es el sentimiento de los subcontratistas, cuyas carteras de pedidos, que la lógica dicta que deberían estar desbordadas, están lejos de estar completas. Sin duda, la razón de esta disparidad es el aumento en el precio de venta promedio, combinado con un descenso en el volumen. La caída en el volumen, en 2,7 millones de unidades, fue del 3,4 por ciento en Octubre. Pero durante el mismo período, el valor se disparó por encima de su techo, un 17,1 por ciento para los relojes vendidos por más de 3.000 francos suizos. En conjunto, el precio unitario medio de las exportaciones de relojes Suizos aumentó de 590 CHF en 2011 a 680 CHF en 2012. Durante el mes de octubre, los relojes que más disminuyeron en volumen (10,3 por ciento) fueron las piezas más baratas, las que se venden por menos de 200 CHF.

¿Y qué podemos concluir en esta selva de señales mixtas?

En primer lugar, que nadie es profeta y que las preocupaciones derivadas de los temores de una catástrofe, al parecer apreciadas por nuestra civilización, a menudo son el fruto de nuestras propias proyecciones. También debemos darnos cuenta de que el abandono gradual de las categorías inferiores e incluso de la gama media en la industria relojera Suiza es inevitable. Pero este abandono no puede ser tan indoloro como podríamos pensar. A medio plazo, en realidad podríamos ver un debilitamiento del tejido industrial Suizo. Peor aún, estas tierras abandonadas no se quedarán en barbecho durante mucho tiempo. ¿Quieren un ejemplo? La (como no-) Belga Ice-Watch acaba de abrir provocativamente una tienda insignia en el corazón de Ginebra. ¿Alta traición? Hemos oído decir que los relojes están volando de las estanterías...

Señales contradictorias

Fuente: Europa Star Magazine Diciembre - Enero 2012-13